domingo, 4 de enero de 2015

Verdad

Estos latidos parecen golpes, fuertes, golpes de puño,
que suenan como los mil tambores.
golpes de dolor y rabia y de sensatez,
de golpear con la verdad
mis adoloridas cavernas.

No hay ríos de lágrimas opacas
no hay palabras para ti.

Solo quedan los propios reproches...
La estupidez humana,
tan profunda y astuta
cuela y cuela y pasa desapercibida
entre tanto tumulto,
entre tantos sonidos,
entre tanto todo.

Un dolor cansado
que llega al clímax
del show,
para dar las últimas notas
desafinadas.

Yo lo quería?
No lo sé,
esa es la verdad.
Las hormonas me cuentan que sí,
el flujo mental me dice que no sé,
que tal vez no.
Espero adolorida,
esta vez tranquila,
las verdades que no se apresuran,
las espero resignada,
las espero sabiendo que es el final.