viernes, 28 de noviembre de 2014

Receptáculo

A veces no hay con quien compartir ciertas penas, ciertas frustraciones.
Se supone que hay que tener el entendimiento necesario para tomarlo y dejarlo ir.
Pero no, es complicado, lamentablemente, en ciertas situaciones.
Hay días en que necesitas comentar las injusticias ridículas que a veces suceden.
Hoy sucedió.
Aunque quizá asumo mi parte, la verdad es que no tengo idea cual es mi responsabilidad, tal vez haber llegado tarde, lo cual suelo hacer. Sin embargo, no suelo molestarme y menos despreciar a alguien que haga lo semejante.
Quizá estoy equivocada, pero hoy sentí que usaban serruchos clavos martillos y afiladas lenguas y oídos pa mi pesar. Y quizá, repito, supongo mal, pero la situación me hace sospechar.
Sospecho, que un trabajo en conjunto es en conjunto, y cada persona tiene el mismo derecho a aportar. También sospecho que la gente muchas veces intenta sentirse superior de las maneras mas pasivo-agresivas posibles. Hoy sentí que trataban realmente de cortarme la lengua.
Decía algo, y hubo 3 momentos dentro de muchos momentos.
El primero, 0 reacción, como si no hubiera dicho algo, como si mi voz se fuera al vacío sin sentido.
El segundo, un no sé, o un hum, o un mm habría que preguntar.
Un tercero, que consistio en recibir respuestas.
Un momento de ese tercer momento, fue el primero en que mi ira no pudo ser contenida luego de diversas maneras de ignorar o invalidar mis palabras desde la otredad.
Dije: es entesopatía........ con mi tono de acuerdo al fin con la situación, cortante y aplastante, mirada fija, ojos en llamas jajajaja...
Luego, me permití soltar ese aire quemado, y agregué en otro momento de ese tercer momento: estás segura? sobre la lateralización de un pie, mis palabras fueron una pregunta curiosa y agraciada, suave pero firme.
El tercer momento de ese tercer momento, acabo de olvidarlo, espero poder agregarlo cuando pueda recordar....
Es triste no tener personas dispuestas a escuchar mis descargos, aunqeu tampoco es obligación, así que entiendo si mis amistades no tienen la capacidad hoy, otros días la han tenido, y lo agradezco.
Pero, esto de uqe nuevamente la gente empiece a intentar callar al/la que puede ser un aporte, en realidad no es nuevo, siempre sucede, pero uta, me sucede bastante seguido a veces. Muchas de esas veces pienso que he sido soberbia, luego, la vida me recuerda que sí, quizá un poquito, pero que no alcanza a parecerse a la soberbia de les sordes, de les que siempre quieren tener la razón a pesar de saber menos, la desgarradora verdad de saber que alguien sabe más que tú, muchas veces convierte a las personas en verdaderos monstruos carroñeros, que empiezan a acometer las mas variadas y originales formas de intentar cortar cabezas de otredades que representan un peligro para su ego.
Todas las veces que me pasa pienso, que por eso la humanidad avanza tan lento, si siempre hay tanta gente poniendo frenos y construyendo murallas de impactante dureza.

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